¡Blockchain ha llegado para quedarse y para regular las transacciones entre los distintos actores y, por tanto, puede que en un futuro próximo deje fuera del escenario empresarial a las empresas que no sepan invertir en esta tecnología y tendencia!
Esta tecnología, Blockchain, se creó inicialmente para asegurar la plataforma Bitcoin, pero rápidamente se adoptó para segmentos de negocio no financieros, como los flujos logísticos.
En realidad, el uso de Blockchain no es más que estar disponible para compartir datos en un entorno descentralizado pero seguro, donde la información no puede ser modificada y está sujeta a numerosas aceptaciones por parte de los actores que conforman la red o banco de información. Los datos que navegan por la red descentralizada, una vez validados, se encriptan y se convierten así en un activo en línea inalterable.
Un proceso en Blockchain agrupa varios pasos que ocurren de forma rápida y consistente, de los cuales destacamos:
- inicio de la transacción: dos o más entidades deciden iniciar un proceso de intercambio de datos;
- La cadena de bloques/banco de datos: la información entra en una red de información descentralizada;
- Consistencia: se define un conjunto de validaciones y reglas que los ordenadores/interlocutores de la red ejecutan para validar la consistencia de la información que se ha puesto en circulación;
- Criptografía: una vez validada la información, se constituye un bloque de datos cifrados;
- Ejecución: la transferencia y el intercambio de información se llevan a cabo entre entidades.
Los ejemplos prácticos de esta tecnología en la logística empiezan a proliferar en todo el mundo, especialmente en los grandes grupos empresariales con gran capacidad de inversión.
En segmentos de negocio como la ropa, los alimentos o los medicamentos, por ejemplo, es fundamental establecer acuerdos inalterables en los que se puedan controlar constantemente sus fases a lo largo de la cadena de suministro, como el flujo de transporte y saber a dónde va la mercancía, verificar la capacidad de producción instalada y saber cuándo se produce el lote adquirido, verificar las fechas de caducidad e incluso saber cómo y en qué condiciones se almacenan.
La optimización de todas las variables de una cadena logística y de distribución proporciona una mayor eficiencia, establece relaciones creíbles y de confianza entre los agentes económicos, asegura la transparencia en todas las fases de los procesos para los interlocutores implicados, reduce significativamente la aparición de fallos y, en definitiva, permite racionalizar y optimizar los costes.
Siendo una tecnología que está siendo bien aceptada y ganando más adeptos en el mundo de la logística, la adopción o no de estos conceptos y prácticas pone en peligro la competitividad de las empresas a largo plazo, lo que nos lleva invariablemente a discutir el tejido empresarial portugués y su forma de ser en relación con la inversión y el intercambio de datos.
El 99,9% del tejido empresarial portugués está formado por PYMES, de las cuales el 96% son microempresas y sólo el 0,5% medianas empresas. La tasa de inversión de las empresas portuguesas (no financieras) ronda el 20%.
Estos indicadores por sí solos no son muy favorables a tecnologías como Blockchain y si combinamos algunas reticencias a la hora de compartir datos entre las pymes podría ser un obstáculo importante para el desarrollo de esta forma de hacer logística y estar así conectados con los grandes.
Será importante la aparición de entidades que promuevan la desmitificación de la compartición de datos y unos buenos incentivos fiscales a la inversión en tecnología que permitan a nuestras empresas aportar también información a los bloques y bases de datos que proliferan a diario en las cadenas Blockchain haciendo así más eficiente el mundo de la logística para todos sus agentes, ya sean proveedores, intermediarios o clientes finales.
Nuno Sacramento
Director de Logística Tempus
In Supply Chain