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Con la globalización del consumo y el auge del comercio electrónico, especialmente en los años de la pandemia, el volumen de compra y venta de productos, alimentos, insumos y mercancías entre países ha aumentado exponencialmente. Según la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), el total comercializado en 2021 alcanzó los 28 billones de dólares, un 23% más que en 2020, un récord histórico. Solo en el tercer trimestre del año pasado, el volumen alcanzó los 5,6 billones de dólares.

El transporte marítimo es responsable del 90% del movimiento de estos artículos entre países. El sector vive un periodo de fuerte crecimiento y, al igual que otras industrias, experimenta una acelerada digitalización de sus procesos, buscando ser más eficiente, seguro, rentable y responsable con el medio ambiente.

Para responder a la demanda, armadores, agentes de carga, puertos y otras empresas del sector han aumentado sus inversiones en tecnología, automatización y conectividad. Entre los recursos más utilizados están el Internet de las Cosas (IoT), la inteligencia artificial (IA), el aprendizaje automático (machine learning), el blockchain, el big data y las interfaces inteligentes que integran y centralizan los datos y la información relacionados con las operaciones portuarias. Una vez reunidas en un único ecosistema, estas soluciones promueven una ganancia de eficiencia, calidad y seguridad para el sector, tanto en las terminales en tierra como en los buques que transitan por los océanos.

 

Desafío verde

El transporte marítimo de mercancías emite aproximadamente 1.000 millones de toneladas de CO2 al año -alrededor del 2,5% del total producido en el mundo-, lo que sitúa la descarbonización del sector en el centro del debate. Entre las iniciativas que se están desarrollando están la modernización de la flota actual, con la recuperación y adaptación de los buques más antiguos a los objetivos de carbono cero; el sistema avanzado de navegación GPS que reduce la distancia entre los buques; la creación de rutas guiadas por las condiciones climáticas y oceánicas; nuevas hélices más económicas; y la producción de combustibles alternativos menos contaminantes.

Todo este esfuerzo pretende cumplir el ambicioso objetivo de reducción de gases de efecto invernadero en el sector estipulado por la Organización Marítima Internacional (OMI) y la Cámara Naviera Internacional (ICS): una reducción del 50% de las emisiones de gases de efecto invernadero para 2050, en comparación con los niveles identificados en 2008.

Este reto medioambiental se suma a todos los demás en este largo viaje del sector del transporte marítimo y la logística en busca de una mayor eficiencia, seguridad y fiabilidad. La reinvención de la actividad pasa necesariamente por la adopción de la tecnología como auténtica brújula, capaz de guiar al sector en este mar de datos hacia un futuro más verde y próspero.

 

Tendencias en la digitalización del sector

En los puertos, el IoT agiliza la liberación de la carga y colabora con la monitorización, con sensores conectados en diversos equipos y áreas logísticas de los puertos que generan datos que serán recogidos y procesados. En los barcos, permite el control remoto de compartimentos, bahías, puertas de escotillas, sistemas de mamparas y máquinas hidráulicas y red eléctrica.

La inteligencia artificial es un recurso utilizado para analizar el big data generado por el ecosistema digital y transformarlo en información estratégica para los gestores y empresas portuarias. Estas predicciones pretenden permitir la optimización de los procesos y flujos de trabajo, evitando la congestión de los buques en el mar para la descarga de productos o de los camiones en la zona portuaria, a la espera de la liberación de las cargas.

La posibilidad de aprendizaje automático y la automatización son recursos utilizados en determinados trabajos en las terminales donde existe un mayor riesgo de accidente. Se trata de máquinas inteligentes, guiadas por un software con aprendizaje automático, que realizan el mantenimiento de equipos pesados, como grúas o robots que limpian los cascos de los barcos. A bordo de los buques, este aprendizaje sirve de apoyo, por ejemplo, a los capitanes durante las maniobras de atraque.

En el caso de la gestión portuaria inteligente, se trata de una plataforma basada en software que integra datos, procesa y digitaliza documentos, permitiendo una mayor agilidad en el movimiento de la carga. Estos documentos electrónicos se encargan de eliminar la burocracia y los reprocesos, facilitando la actuación de los agentes marítimos y las autoridades portuarias.

La tecnología Blockchain está ganando más relevancia en el sector, con el registro inmutable de las transacciones y el seguimiento de los contratos relacionados con las mercancías y la carga transportada, reduciendo los costes administrativos y los riesgos de fraude para las partes implicadas en el negocio, creando así un sistema global más transparente y fiable.

En relación con la gestión digital de las rutas, por lo general los itinerarios de los buques se preestablecen antes de zarpar, sin tener en cuenta las condiciones meteorológicas imprevistas a lo largo de la ruta. Con sistemas de navegación más avanzados, es posible ajustar el rumbo en tiempo real, en función de las condiciones oceánicas y meteorológicas de la ruta, lo que redunda en una mayor seguridad, ahorro de tiempo y reducción del consumo de combustible.

 

Márcio Martin
Vice president Solutioning, Commercial Sales & Marketing Latam da green4T

In Portos e Navios